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Ascensión del Señor: Lucas 24, 46–53
7.o Domingo de Pascua: Juan 17, 20–26
Entonces Jesús los condujo hasta Betania, levantó sus manos y los bendijo. –Lucas 24, 50
La ascensión es una idea importante en la historia de nuestra fe. En el registro del evangelio, Jesús levanta la vista cuando ora, levanta sus manos para bendecir, habla frecuentemente del cielo o se lo dice una voz sobre las nubes. Él sale de la muerte en una resurrección milagrosa. Finalmente, Jesús sale de esta tierra, en una espectacular ascensión. Arriba, arriba y arriba.
La acción del evangelio es una larga ascensión de la oscuridad al renombre, la humillación a la gloria, de la muerte a la vida. Al comienzo de la historia de Israel, Jacob una vez soñó con una escalera entre la tierra y el cielo. En él, imaginó multitudes de mensajeros divinos llevando a cabo la voluntad de Dios a todas partes.
A lo largo de la historia, los creyentes han invocado innumerables oraciones a la presencia de Dios. ¿Quién puede decir que las oraciones hoy pueden levantar un fragmento del mundo que necesita esperanza?
Haz una lista de las personas o inquietudes que con mayor frecuencia hacen oración. ¿Por qué más debe orar la comunidad de fe?
OREMOS… Señor, a través de la revelación de las Escrituras, te conocemos como Creador, Salvador y Santificador. Ven con audacia a nuestros tiempos una vez más y sana las divisiones de riqueza y poder que hieren el corazón del mundo. Trae tu justicia y paz a todos los que claman por ayuda. A través de Cristo nuestro Señor. Amén.
Debido a que El Evangelio en el hogar hace una pausa durante los meses del Verano, tomaremos nuestras reflexiones semanales de Para meditar las lecturas dominicales.
Traducción: Antonio Andraus Burgos
Imagen: Distant Shores Media/Sweet Publishing [CC BY-SA 3.0], via Wikimedia Commons
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