¡Feliz año nuevo! El primer domingo de Adviento comenzamos el nuevo Año Litúrgico. Usted notará que las lecciones de Adviento de los Gospel Weeklies se centran en la anticipación gozosa, que es la espiritualidad del tiempo de Adviento. Los cristianos esperamos para celebrar la Navidad hasta, obviamente, la Navidad.
Nuestra cultura nos presiona a celebrar la Navidad antes de la Navidad y a omitir el tiempo de Adviento. La Iglesia nos anima a desacelerar el ritmo y tomar un tiempo para enfocarnos en la preparación de nuestros corazones para celebrar la venida de nuestro Salvador, Jesucristo. Durante el Adviento, también pensamos en la manera en la que nos preparamos para la Segunda Venida de Cristo.
En el Evangelio del domingo, Jesús advierte a sus discípulos que deben estar listos para la Segunda Venida: “Cuiden de ustedes mismos, no sea que… las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso” (Lucas 21, 34-35a). Nuestros corazones y nuestros espíritus pueden entorpecerse y fatigarse por todas las preparaciones para la Navidad, y podemos inquietarnos por las exigencias de la vida diaria. Nuestro Señor nos advierte que debemos estar listos, no tener todos los regalos preparados, la casa y el árbol decorados, los pasteles horneados y las tarjetas enviadas, sino estar listos, permanecer erguidos y levantar nuestra mirada hacia el Hijo del Hombre cuando este vuelva en gloria.
Pedimos al Señor que sus semanas de Adviento estén llenas de anticipación gozosa y que usted recuerde estar alegre. Pedimos que no permita que los engaños de la Navidad “perfecta” se conviertan en trampas que eviten que usted celebre realmente el regalo más perfecto: ¡el Hijo de Dios hecho hombre, y la promesa de redención y vida eterna que Él trae para todos!
Traducción: Erika De Urquidi
Imagen: Corinne SIMON/CIRIC