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Al celebrar la Ascensión del Señor, nos damos cuenta de que el tiempo de Pascua está por terminar. Esta es una buena oportunidad para pensar si hemos logrado conservar el gozo de la Pascua o si hemos regresado a nuestro antiguo estilo de vida que debilita nuestra alegría.
Durante cuarenta días hicimos sacrificios, oramos e hicimos obras de caridad. No deberíamos realizar estas tres cosas exclusivamente durante la Cuaresma. “Practicamos” estas tres acciones para que lleguen a formar parte de nuestra vida diaria durante todo el año.
Los sacrificios que realizamos durante la Cuaresma nos ayudan a celebrar la Pascua con un mayor gozo y a apreciar aún más el gran amor que Dios tiene por nosotros. Podemos fortalecer nuestro gozo Pascual cada domingo durante la Misa, ya que los domingos son “pequeñas celebraciones pascuales” de la Resurrección de Cristo.
Traducción: Erika De Urquidi
Imagen: Virginia CASTRO/CIRIC