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Este domingo termina el tiempo de Pascua, han transcurrido cincuenta días desde que celebramos la Resurrección de Jesús. El día de hoy, Nuestro Señor envía su Santo Espíritu a fortalecer y reavivar nuestros corazones.
El Espíritu Santo otorga dones diferentes a cada uno de nosotros. El Papa Francisco, durante su homilía en la Misa de la Solemnidad de Pentecostés en el 2017, nos dice que “el mismo Espíritu crea la diversidad y la unidad y de esta manera plasma un pueblo nuevo, variado y unido: la Iglesia universal”.
El pasado 19 de mayo, tuve la oportunidad de asistir a la Conferencia Nacional para el Liderazgo Catequético en Los Ángeles y tuve la oportunidad de experimentar esta diversidad y unidad de las que habla el Santo Padre. Cada uno de los participantes traía consigo sus dones y talentos individuales, que, junto con los del resto, formaban una tremenda fuerza encaminada a llevar el Evangelio a todos los rincones del país.
Que el Espíritu Santo que desciende en Pentecostés, nos llene de fuerza y de valor para continuar nuestra misión como catequistas. Amén.
Imagen: iStock.com/SDenisov