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El 15 de octubre conmemoramos la fiesta de santa Teresa de Jesús (Ávila), quien fue la primera mujer en ser nombrada Doctora de la Iglesia. Esta mística, escritora, religiosa carmelita y reformadora del siglo XVI fue una mujer de oración y de acción.
Este escrito es uno de mis favoritos, ya que me recuerda nuestro llamado a ser el Cuerpo de Cristo en el mundo.
Cristo no tiene cuerpo, sino el tuyo.
No tiene manos, o pies en la tierra, sino los tuyos.
Tuyos son los ojos con los que ve la compasión en este mundo.
Tuyos son los pies con los que camina para hacer el bien.
Tuyas son las manos, con el que bendice todo el mundo.
Tuyas son las manos, tuyos son los pies.
Tuyos son los ojos, eres tú su cuerpo.
Cristo no tiene otro cuerpo sino el tuyo.
Como catequistas, maestros de religión y padres de familia, nosotros encarnamos a Cristo cuando compartimos nuestra fe con los niños que están bajo nuestro cuidado. Que el fuego de nuestra fe les ayude a avivar la llama de su propia fe, para que puedan acoger la increíble responsabilidad de ser el Cuerpo de Cristo para el mundo.
Traducción: Erika De Urquidi
Imagen: Santa Teresa, vitral, Convento de Sta Teresa, Ávila de los Caballeros, España, foto de Håkan Svensson (Xauxa) [CC BY 2.5] via Wikimedia Commons