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¡Me encanta el mes de mayo! No solo es el mes que la Iglesia católica dedica a María, Nuestra Madre, sino que también es el mes en el que muchos niños reciben el Cuerpo y la Sangre de Cristo por primera vez. El domingo pasado, un niño y una niña recibieron su Primera Comunión en nuestra parroquia. Fue muy lindo ver sus sonrisas mientras traían las ofrendas de pan y vino al altar. Se veían tan orgullosos u contentos, llevando su mejor ropa. Y luego, cuando llegó el momento y recibieron su Primera Comunión, sus pequeñas caras se veían radiantes mientras regresaban a su banca para darle gracias al Señor.
Todos los católicos deberíamos conservar el mismo asombro y gozo que un niño experimenta al recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo por primera vez. ¿Te imaginas a una iglesia llena de personas orando con la misma fe y devoción que los niños pequeños?
Pidamos a dios que nos ayude a recordar que, cuando nos acercamos al altar para recibir la Comunión, estamos recibiendo realmente el Cuerpo y Sangre de su Hijo Amado.
Imagen: Reimar/Shutterstock.com