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La segunda lectura del Decimonoveno Domingo del Tiempo Ordinario habla de la fe. San Pablo define la fe como “la forma de poseer, ya desde ahora, lo que se espera y de conocer las realidades que no se ven”. Mediante la fe, podemos obtener, incluso ahora, lo que esperamos.
En el Evangelio de este domingo, Jesús dijo a sus discípulos (y a nosotros): “No temas, rebañito mío, porque tu Padre ha tenido a bien darte el Reino”. Como católicos, nuestra esperanza final es estar con Dios por siempre en el cielo. Esta es precisamente la promesa que Dios nos hace. A través de su Palabra, nuestro Padre nos dice que, mediante la fe, es posible traer su Reino a todos a nuestro alrededor. Solo tenemos que confiar en Dios y seguir la ley que él puso en nuestros corazones.
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