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“Y cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad’’. –Juan 16, 13
En ciertas épocas de nuestras vidas, los acontecimientos nos toman por sorpresa y tropezamos, pero después recuperamos el equilibrio. Alguien en quien confiamos nos abandona. Las finanzas caen abruptamente. Una lesión o enfermedad nos roba las fuerzas. Las circunstancias cambian demasiado rápido para que nos ajustemos. El gran plan con el que hemos contado todo el tiempo resulta ser un sueño. Las instituciones en las que creemos nos fallan.
Cuando nuestra brújula interior gira locamente, buscamos una fuerza constante. Esa puede ser la mano de un amigo, el consejo de un terapeuta, la dirección espiritual de una persona sabia o o la guía directa de Dios en la oración. El Espíritu de verdad no solo se encuentra en un libro de oraciones o en la homilía del domingo. Podría estar esperándote en lo que los japoneses llaman ‘‘baño de la naturaleza’’: refrescar a tu alma herida en la belleza del entorno natural. Si la verdad es una, entonces la verdad está a nuestro alrededor.
¿Cuánto estás dispuesto a invertir en la búsqueda de la verdad?
¿Cuándo es más urgente en ti la necesidad de respuestas?
Debido a que El Evangelio en el hogar hace una pausa durante los meses del Verano, tomaremos nuestras reflexiones semanales de Para meditar las lecturas dominicales.
Imagen: SweetPublishing/FreeBibleimages.org