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Lucas 2, 1–14 y Lucas 2, 16–21
Dios nos bendijo al convertirse en miembro de la familia humana. Esto es lo que celebra la Navidad. La Sagrada Familia y la encarnación de Dios es la razón por la que hay algo tan humano en esta fiesta, algo que nos toca de un modo más profundo que la mera nostalgia. La Navidad celebra que Dios se hace uno de nosotros y uno con nosotros. Jesús viene como un bebé, puesto al cuidado de una familia luchadora y encantadora. En Navidad se nos recuerda que nuestras familias están impregnadas de la misma santidad que la familia de Jesús. Observamos su vida en común como un ejemplo de cómo amarnos los unos a los otros a través de las celebraciones y las luchas. También recordamos que María es la Madre humana de Dios. Cuando decimos que María es la Madre de Dios, estamos diciendo que creemos que Jesús es Dios.
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Imagen: © Bayard Presse – Pomme d’Api Soleil 124 – Illustration: Cécile Becq – 2016
