La Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo es el último domingo del Año de la Iglesia. Al igual que lo hacemos cuando el año civil llega a su fin y un nuevo año está por comenzar, reflexionamos en lo que hemos hecho y en dónde deseamos estar el siguiente año. El Evangelio de este domingo nos invita a pensar en la respuesta que Jesús le dio a Pilato cuando éste le preguntó si era el rey de los judíos. “Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz” (Juan 18, 37).
Jesús dice que su propósito es testificar la verdad. Si pertenecemos a la verdad, entonces escuchamos su voz. Esto suena como algo sencillo y claro, sin embargo, se nos dificulta darle a Cristo toda nuestra atención y con frecuencia nos dejamos llevar por las mentiras de este mundo. Como líderes catequéticos, catequistas/maestros y padres de familia, nuestro trabajo es guiar a los niños bajo nuestro cuidado hacia la verdad, tanto con nuestras palabras como con nuestras acciones.
OREMOS: Que Dios nos conceda la capacidad de bloquear las mentiras y de concentrarnos en su verdad, revelada por Jesucristo. Amén.
¿Con qué rigor y constancia busco la verdad de Cristo por encima de las mentiras de este mundo?
¿Qué puedo hacer para escuchar la voz de Cristo con más atención en el siguiente año?
Traducción: Erika De Urquidi
Imagen: Michel TRONCY/CIRIC