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Este sábado conmemoramos el aniversario de la Independencia de nuestro país. En muchos lugares, como en mi ciudad en Ohio, la celebración va a ser muy diferente este año. El espectáculo de fuegos artificiales en la orilla del Lago Erie al que asistimos todos los años ha sido cancelado. Este año no podremos reunirnos en nuestro tradicional día de campo familiar, ya que algunos de mis parientes son considerados de alto riesgo de contagio del COVID-19 y todos queremos protegerlos.
El pasado mes de mayo, el Arzobispo José Gómez de Los Ángeles y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, encabezó un acto de consagración en el que encomendó nuestro país a la protección de la Santísima Virgen María. El Arzobispo Gómez, acompañado de la Conferencia Católica de Obispos Católicos de Canadá, renovaron la consagración de los dos países al cuidado de nuestra Madre Santísima. Este cuatro de julio, en lugar de lanzar fuegos artificiales al cielo, enviemos nuestras oraciones rezando en familia la Oración de renovación de nuestra consagración a la Bienaventurada Virgen María.
María, Madre de la Iglesia, coronada como reina a la diestra de tu Hijo, rogamos tu intercesión por las necesidades de nuestra nación. Amén.
Imagen: Jiri Hera/Shutterstock.com