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Las semillas de mostaza son muy pequeñas. En el Evangelio del domingo, se nos recuerda que Dios puede tomar cualquier cantidad de fe y hacerla crecer. Dios desea que tomemos el primer paso para amarlo, confiar en él y compartir lo que sabemos de él con los demás. ¡Él puede hacer grandes cosas con nuestra fe!
Algunas veces nos sentimos pequeños e insignificante ante los retos de la vida. Algunas personas sienten que sus necesidades son muy pequeñas para que Dios se ocupe de ellas. Dios, quien cuenta cada cabello de nuestra cabeza, cuida de los pájaros y considera que valemos más que muchos de ellos, se preocupa de cada uno de nosotros como si fuéramos los únicos. Ninguna preocupación, ninguna persona y ninguna fe es demasiado pequeña para que Dios le preste atención. Nuestro Dios puede hacer cosas maravillosas con lo poco que ofrecemos. Nuestra ofrenda, sin importar qué tan pequeña sea, es lo que Dios quiere de nosotros.
Traducción: Erika De Urquidi
Imagen: greenland/Shutterstock.com
